Por patrimonio arquitectónico se puede entender un edificio, un conjunto de edificios o las ruinas de un edificio o de un conjunto de edificios que, con el paso del tiempo, han adquirido un valor mayor al originalmente asignado y que va mucho más allá del encargo original. Este valor puede ser cultural o emocional, físico o intangible, histórico o técnico.
Las obras de arquitectura que pueden considerarse de patrimonio arquitectónico serán entonces las que, debido a una multiplicidad de razones, no todas de índole técnica o artística, se consideran que, sin ellas, el entorno donde se ubican dejaría de ser lo que es.
La conservación y restauración de los bienes inmuebles de valor patrimonial implican una serie de criterios específicos que apuntan a mantener la autenticidad e integridad de la obra. Si bien cada edificio o monumento presenta problemáticas particulares, definidas en relación a su historia, a su significado en el entorno, a las intervenciones que ha sufrido, a los componentes materiales y las patologías diversas que los afectan, existen criterios generales que tutelan la actividad a nivel internacional.
Así como conservamos objetos que tiene un significado particular o que lo han tenido en algún momento de nuestra vida debemos cuidad de nuestros barrios. Al conservar un objeto no solo se guarda lo material, lo tangible, sino que en eso hay toda una carga emotiva que queremos recordar pues es parte de nuestra propia historia. Nos recuerda el camino recorrido y nos conforma como individuos.
Conservar el Patrimonio Histórico es salvaguardar nuestra historia. Es resguardar lo que nos conforma como sociedad. Es guardar aquello que da cuenta de nuestro paso por este mundo. Salvar el Patrimonio es adoptar la responsabilidad de proteger la historia para la posteridad, para poder ser leída en las paredes de los edificios y a partir del conocimiento mejorar.
Proteger, restaurar y conocer los edificios emblemáticos de una manifestación artística es fundamental para recordarnos quienes somos como humanidad. Pues en el arte nos reconocemos.